
Para dar el chispazo inicial a una idea y mantener vivo el proyecto se requieren varios tipos de personajes dentro del thriller de la ejecución. Imaginemos unos cuantos:
1. Entusiastas. Los que no siempre están a tu lado físicamente, pero siempre inyectan ánimos. Si hay algo indispensable para arriesgarse es contar con personas animosamente decididas.
2. Connectors. Altruistas y desinteresados, que vinculan las necesidades de varias partes con agilidad y capitalizan sus contactos como si fueran palomitas de maíz: siempre hay para todos.
3. Cómplices. No siempre dicen que sí, pero nunca dicen que no: son incondicionales. Están antes, durante y después de la acción. A veces hasta les podríamos llamar víctimas.
4. Mecánicos. El área técnica del proyecto: buscan data , arman propuestas, definen indicadores. Gestionan el hardware de la idea a un nivel de detalle a base de ingenio y preparación.
5. Funders. Son los del dinero y los recursos. Inversionistas que en ocasiones también creen en los dividendos sociales. Te confían lo necesario para no echar atrás.
6. Gurús. Son como un oráculo, la sabiduría hecha carne. Una suerte de mentores con esencia de brujería. Sus consejos valen oro y regalan pepitas a la gente que aprecian.
7. Diseñadores . Una chispa de creatividad visual en la era de la imagen es la que pone el toque de magia a la idea: un logo, la línea gráfica, el elenco web, esas fotos tomadas con guiño...
Pensemos que cada equipo tiene su reparto para ejecutar proyectos.
¿Cuál es el suyo?