Cómo decir no a los quehaceres de oficina
A nadie le gustan los “quehaceres de oficina”, tareas de poca importancia como pedir el almuerzo o tomar notas en reuniones. Sin embargo, las investigaciones demuestran que es más probable que a ciertos grupos de personas, entre ellos mujeres y personas de color, les asignen este tipo de trabajo, y que realizarlo pueda afectar sus carreras. Cuando se enfrente a los quehaceres de oficina, ¿qué debe hacer? Primero, tenga una respuesta preparada sobre cómo podría aprovechar mejor su tiempo: “Me contrataron para hacer X, y esta nueva tarea me quitaría tiempo para terminar X bien”. Para peticiones repentinas como ordenar el almuerzo, podría decir: “De verdad debo estar presente durante esa reunión, pues es esencial para el proyecto en el que estoy trabajando”. Cuando se niegue a los quehaceres de oficina, a cambio ofrezca hacer algo de gran importancia. Si no puede rehusarse, asegúrese de que la gente esté consciente del trabajo extra que está haciendo y que por lo menos se lo reconozcan.
Adaptado de “Women of Color Get Asked to Do More ‘Office Housework.’ Here’s How They Can Say No”, por Ruchika Tulshyan.

Sí, su celular puede ayudarle a mejorar costumbres
A menudo culpamos a nuestros celulares de nuestros peores hábitos, desde realizar varias tareas al mismo tiempo hasta tener mala ortografía. Sin embargo, también es fácil que nuestros celulares nos ayuden a adoptar mejores costumbres detonando un comportamiento deseado. Comience considerando cuándo y dónde quiere adoptar la costumbre. Si quiere comenzar a usar hilo dental todos los días, por ejemplo, decida cuándo lo harás (¿después de cenar o antes de dormir?) y dónde (¿el baño o la cocina?). Después configure una alerta recurrente para recordarlo. (Puede resultarle útil un gestor de actividades o una aplicación de calendario). Su celular también puede avisarle con base en una ubicación específica. Si está intentando hacer de la conciencia plena un hábito, puede configurar un recordatorio basado en una ubicación para inhalar profundamente tres veces en cuanto llegue a la oficina. Los dispositivos pueden ayudarnos a eliminar malas costumbres; la clave es crear nuevos hábitos para remplazarlas.
Adaptado de “How Your Phone Can Help You Set Better Habits”, por Alexandra Samuel.
Ayude a su jefe a saber qué pasa en el equipo
Los jefes deben lidiar con muchas cosas, así que no es difícil que se pierdan de asuntos del día a día con sus empleados. Si su equipo tiene un problema, y su jefe no parece entender qué sucede, trate de ponerlo al corriente. Sin ser demasiado directo ni crítico, proporcione una lectura social de la situación que su jefe se está perdiendo. Por ejemplo, podría hacer observaciones como: “¿Supo que Isabel está un poco desganada esta semana?” o “¿Ha notado que todos parecen estar estresados últimamente?”. También podría decir algo general, como: “¿Le parece si le comparto algunas observaciones acerca de Marco?”. Haga sus sugerencias con tacto; su objetivo debe ser poner al corriente a su jefe, no reprender ni avergonzar a un colega. Al hacerle saber a su gerente los problemas que de otra manera no tendría en cuenta, puede convertirse en el medio por el que entienda mejor al equipo, lo cual es positivo para todos.
Adaptado de “How to Work for a Boss Who Lacks Self-Awareness”, por Tomas Chamorro-Premuzic.
Perfeccionistas: piensen en los momentos en que han tenido éxito de manera imperfecta
Ser perfeccionista no es fácil, sobre todo si su deseo de que todo sea perfecto provoca que aplace decisiones, se preocupes de costos irrecuperables o se concentres en fracasos y debilidades. Para relajarse, intente enfocarse y aprender de sus éxitos. Pregúntese: ¿siempre lo he hecho todo perfectamente? (Quizá no). ¿Siempre he estado seguro del éxito antes de proceder? (Es poco probable). Recordar momentos en que se tuvo éxito a pesar de las imperfecciones le dará la seguridad para modificar sus procesos y decisiones con base en lo que ha funcionado en el pasado. Esto puede ser especialmente útil si suele investigar con cuidado y planear su enfoque para hacer un proyecto antes de iniciarlo. También puede identificar un modelo exitoso a seguir, alguien que mantenga el perfeccionismo a raya. ¿Cómo puede esa persona ser efectiva sin sucumbir ante el perfeccionismo? Observe qué hacen y aprenda de ello.
Adaptado de “How Perfectionists Can Get Out of Their Own Way”, de Alice Boyes
Cuando llegue a una empresa, averigüe cómo se toman las decisiones
Cuando se llega a una organización, se da un periodo breve para adaptarse a su cultura. Uno de los aspectos más importantes de la cultura laboral es cómo se toman las decisiones. ¿Su empresa prefiere la acción inmediata o el análisis y el consenso? En organizaciones que prefieran lo primero, las decisiones se toman rápidamente y los periodos de atención tienden a ser limitados. Si está ejerciendo presión a favor de una iniciativa en estas empresas, exprese su postura claramente y dele a los accionistas la información necesaria para tomar una decisión. Otras culturas empresariales prefieren una discusión más detallada de opciones, modelos y estrategias. Es probable que en estas empresas necesite hacer circular material y análisis, y quizá incluso diferentes versiones de una misma presentación, antes de que se tome una decisión. En cuanto entienda cómo funciona su nueva organización, piense en sus propias preferencias y cómo se adaptan a esa cultura.
Adaptado de “When You Start a New Job, Pay Attention to These 5 Aspects of Company Culture”, por Allan H. Church y Jay A. Conger.