La carrera por la implementación de la Inteligencia Artificial (IA) en el sector tecnológico dejó de ser solo una competencia de innovación para convertirse en un factor de reingeniería financiera que golpea dos frentes: la estabilidad laboral y el bolsillo del consumidor.
Mientras las herramientas de automatización prometen elevar la productividad corporativa, gigantes de la industria ya comenzaron a replantear el tamaño de sus planillas mundiales. En este contexto, una de las firmas más emblemáticas de Silicon Valley confirmó esta semana un ajuste estructural significativo.
El gigante informático HP anunció el martes que prevé reducir entre 4.000 y 6.000 puestos de trabajo para finales de 2028, en el marco de un plan de adopción de la inteligencia artificial que permitirá un aumento en la productividad.
La reducción podría representar hasta un poco más del 10% de la plantilla del grupo de Palo Alto, California, que cuenta con cerca de 58.000 empleados, de acuerdo con su reporte anual.

Sin embargo, la medida de HP es reflejo de una tendencia más amplia en el sector tecnológico, donde las compañías están invirtiendo fuertemente en el desarrollo de la IA mientras utilizan esta herramienta para reducir costos operativos.
Analistas de la industria indican que la automatización de la IA está afectando en particular cargos en las áreas de atención al cliente, moderación de contenido, ingreso de datos y ciertas tareas de programación informática.
HP dijo que su plan de IA apunta a generar aproximadamente $1.000 millones en ahorros anuales para el cierre del año fiscal de 2028.
La firma ha estado trabajando en transformar su modelo de negocios en medio del cambio de patrones en la demanda de las PC e impresoras en el mercado.
El presidente ejecutivo de HP, Enrique Lores, indicó al diario Wall Street Journal que la compañía planea elevar los precios de sus computadoras y trabajar con nuevos proveedores para ayudar a compensar los altos costos de la computación basada en IA.

En el último trimestre, HP reportó una ganancia de $795 millones, comparado con $906 millones un año antes.
Los ingresos aumentaron un 4,2% a $14.640 millones, superando las estimaciones de los analistas con ventas en PC que compensaron una disminución en las ventas de impresoras.
Mientras la casa matriz delinea una estrategia de contracción laboral a largo plazo, la operación de HP en Costa Rica mantiene, por ahora, una dinámica de crecimiento.
La compañía, instalada en zonas francas de Heredia, es uno de los empleadores más relevantes del sector de servicios y tecnología en el país. De hecho, la empresa se ha mantenido activa en el mercado laboral local; recientemente participó en ferias de empleo, como la organizada por la Universidad Fidélitas a inicios de noviembre, reclutando perfiles en áreas de negocios y soporte técnico.
Sin embargo, el giro global de la empresa enciende una luz de alerta para el mediano plazo, ya que la automatización impulsada por IA afecta a roles de “back office”, atención al cliente, ingreso de datos y soporte transaccional.
Estos son los servicios que componen el grueso de la oferta de los centros de servicios compartidos en Costa Rica. Aunque la operación local ha evolucionado hacia áreas de mayor valor agregado, la advertencia global es clara: las tareas repetitivas o de soporte básico están en la mira de la eficiencia algorítmica.
La medida de HP no es aislada, sino el reflejo de una tendencia sistémica en Silicon Valley. Grandes firmas como Google, Microsoft y Amazon han ejecutado reducciones de personal en los últimos dos años, citando explícitamente la necesidad de redirigir recursos humanos y financieros hacia la carrera por la inteligencia artificial.
