La emoción de ver a los hijos crecer y avanzar en su vida académica viene acompañada por una decisión importante y difícil cuando llega el momento de elegir colegio, pues no se trata de encontrar “el mejor” o “el más prestigioso”, sino el que sea idóneo para el estudiante.
Ciertamente, es muy útil conocer los resultados de la institución —por ejemplo, los promedios alcanzados en las pruebas de admisión para las universidades—, como un parámetro sobre la calidad educativa que ofrece.
Sin embargo, más que eso es importante evaluar si el sistema de enseñanza, los valores institucionales, la carga académica e incluso la ubicación y el espacio físico se adecúan a las aspiraciones, habilidades y necesidades del estudiante, así como a las posibilidades de la familia.
“La elección del colegio debe ser un proceso centrado en la persona estudiante porque ella es quien asistirá a la institución, de modo que debe involucrarse en la decisión, con la guía de los padres o encargados. Es mucho más probable que esa persona logre un buen desempeño si está motivada y si se siente valorada y segura en su colegio”, afirmó la orientadora Raquel Bulgarelli, docente de la carrera de Orientación en la Universidad Nacional (UNA).
De igual manera, la psicóloga Gabriela Blanco señaló que incluir al estudiante en el proceso de selección aumenta las posibilidades de que se comprometa con su experiencia educativa.
Su recomendación es iniciar ese proceso elaborando una lista de los aspectos importantes que la familia valora en una institución educativa, incluyendo el punto de vista del estudiante.
Con ello pueden realizar una primera selección de colegios, revisar sus sitios web, buscar la información disponible sobre esas instituciones y pedir opiniones de otros padres.
Blanco también aconseja visitar juntos el centro educativo, observar el ambiente y, después, preguntar al estudiante cuál fue su impresión.
“Escuche los argumentos del estudiante con atención y apertura. Pregúntese si esta elección va a contribuir al desarrollo de sus capacidades, a su bienestar emocional y a su crecimiento integral”, recomendó Blanco, quien es consultora en procesos de desarrollo de competencias.
Con base en las recomendaciones de ambas profesionales, El Financiero elaboró la siguiente lista de factores clave para elegir un colegio:
1. Habilidades e intereses del estudiante:
busque una institución donde su hijo pueda desarrollar sus habilidades. Este criterio les puede ayudar a identificar si lo ideal es un colegio técnico o uno académico, elegir alguno con amplia oferta de actividades artísticas o deportivas, o bien pasarse a un científico o un humanístico, según sus intereses.
Defina también las expectativas de la familia y del estudiante en el largo plazo: por ejemplo, si su interés es aprender varios idiomas, obtener una certificación de bachillerato internacional que facilite su acceso a universidades en el extranjero, o bien, un grado técnico que le ayude a conectarse rápido con el mercado laboral.
2. Metodología y carga académica
Conozca el enfoque pedagógico que utiliza el colegio y el tipo de evaluación (exámenes o proyectos, trabajo en equipo o individual), el horario, las tareas extraclase, así como el tamaño promedio de los grupos en las aulas.
Estos aspectos deben evaluarse a la luz de las necesidades de aprendizaje y socialización del estudiante, pues no todas las personas aprenden igual. Por ello, Bulgarelli recomienda tomar en cuenta las evaluaciones, observaciones o adecuaciones que recibió el niño durante la primaria.
“El perfil del estudiante es la clave. Por ejemplo, algunos colegios academicistas tienen promedios muy altos, pero no necesariamente son útiles para todos los perfiles de estudiantes. Para algunos funciona mejor un colegio con enfoque integral, con grupos más pequeños, que brinden atención individualizada y que no excluyan a los alumnos por desaprobar materias. Si un estudiante tiene dificultades académicas, se debe buscar un colegio que se adapte a sus necesidades, no uno al que él tenga que adaptarse”, subrayó la orientadora.
3. Economía familiar
Analice de manera realista si su familia tiene la posibilidad de solventar los costos anuales, considerando que no se trata solo de pagar la matrícula y las mensualidades, sino también los libros, materiales, plataformas tecnológicas, actividades extracurriculares, giras, entre otros.
La distancia entre el colegio y su casa es importante, pues el gasto en combustible o el costo de transporte en buseta puede ser significativo, así como el tiempo de traslado.
4. Personal docente
Investigue cuál es la preparación académica y la experiencia profesional del equipo docente, así como las estrategias que la institución implementa para fomentar su desarrollo continuo. Explore la estabilidad laboral del personal.
“Un personal docente competente y motivado transmite satisfacción y bienestar a los estudiantes”, dijo Blanco.
5. Actividades extracurriculares y alianzas
La posibilidad de participar en actividades como ferias científicas y olimpiadas de matemáticas, química y biología; en festivales deportivos o culturales, o en intercambios con otros colegios, es una experiencia valiosa para la formación de los estudiantes.
6. Uso de la tecnología
Conozca cuáles son los recursos tecnológicos que posee el centro educativo y cómo se utiliza la tecnología (acceso a internet y uso de dispositivos como iPad, celulares, computadoras u otros) dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje.
“La tecnología debe estar bajo supervisión, el acceso debe estar supervisado y bien orientado, de acuerdo con la edad del estudiante. El que este tipo de implementos sean permitidos en la institución, no necesariamente implica que le den un buen uso”, advirtió Blanco.
7. Mecanismos de acompañamiento
Pregunte acerca del tipo de seguimiento y apoyo que reciben los estudiantes (lecciones guía, equipos de apoyo institucional, orientación, supervisión durante los recreos) y si cuentan con algún sistema para identificar y atender sus necesidades emocionales, sociales, físicas y académicas. Consulte cuáles son los medios de comunicación con la familia y en qué momentos se contacta a los padres.
8. Valores de la institución
Evalúe si la visión y los valores promovidos por la institución están en sintonía con los que la familia desea inculcar. Averigüe cómo se maneja la disciplina, la resolución de conflictos y la convivencia en el colegio.
9. Infraestructura
Recorra las instalaciones para conocer los espacios destinados a la actividad física, áreas de recreo, ubicación de baños, aulas, biblioteca y otros espacios relevantes para el desarrollo integral de los estudiantes.
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10. Un posible cambio
Si su hijo ha cursado la primaria en una institución que también cuenta con secundaria, tome en cuenta estos indicadores para evaluar si es conveniente cambiarlo a otro colegio:
- Indicadores académicos: ¿su hijo disfruta el proceso de aprendizaje, siente motivación por aprender? ¿Está bajando el rendimiento académico?
- Indicadores sociales-emocionales: ¿su hijo tiene amigos? ¿Se siente integrado? ¿Se ve feliz y dispuesto a aprender? ¿O se ve triste, enojado, abrumado? ¿Estas emociones negativas tienden a mantenerse a través del tiempo o resultan circunstanciales?
- Indicadores de respuesta institucional: ¿cómo responde la institución a las inquietudes planteadas por los padres? ¿Se da seguimiento a los acuerdos?
“Haga un balance entre lo que valora de la institución y aquello que le genera preocupación. Si al hacer ese análisis las preocupaciones tienen más peso que los aspectos positivos, probablemente sea momento de considerar otro centro educativo”, aconsejó Blanco.