La Caja de Ahorro y Préstamos de la Asociación Nacional de Educadores, conocida como Caja de Ande, se creó en 1944 con el objetivo de estimular el ahorro de sus accionistas y facilitarles préstamos.
Esos accionistas son todos los funcionarios del Ministerio de Educación Pública (MEP) y los jubilados o pensionados de esa institución. Es decir, uno de los gremios más grandes de Costa Rica: actualmente el MEP posee más de 80.000 empleados.
Por imperativo legal, todos esos funcionarios deben estar afiliados a la Caja, ya sea que estén en servicio o con licencia. “Lastimosamente la afiliación no es voluntaria”, advierte la entidad en su sitio web.

Así, la institución los reporta en planilla y automáticamente se les aplica el 5% de la cuota de accionista, con lo cual pueden acceder a cualquier servicio de esa caja.
Al ser una entidad financiera, Caja de Ande es supervisada por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), que recientemente le asignó una calificación de “Irregularidad 1”.
Así consta en la resolución SGF-2095-2025, del 17 de septiembre de 2025, un oficio confidencial que trascendió a los medios este viernes 3 de octubre.
En una escala de 1 a 4, donde 1 es el mejor nivel y 4 es el peor, la evaluación de la situación económica y financiera se calificó en nivel 2 debido a que se identificaron debilidades mínimas en activos, capital, utilidades y liquidez.
El Financiero revisó la información crediticia de la entidad, disponible en el sitio web de la Sugef, así como la más reciente calificación que le otorgó la calificadora de riesgo Moody´s local de Costa Rica, en agosto de 2025.
Cartera concentrada
La cartera de crédito es el principal activo de Caja de Ande, pues representa el 63% del total de sus activos, según se lee en sus estados financieros consolidados auditados al 31 de diciembre del 2024.
Actualmente esa cartera asciende a ¢1.31 billones, según los datos más recientes publicados por la Sugef, a agosto de 2025.
Al revisar dicha cartera, clasificada por actividad económica, se observa que casi el 80% de los préstamos otorgados por la entidad se dirigen a consumo y un 11% a “actividades inmobiliarias”, con lo cual queda solo un 9% repartido entre otros fines.
Por otro lado, al revisar los saldos de la cartera crediticia al mes de agosto, se evidencia que el 96% se encuentra al día, un 2% tiene de 1 a 30 días de atraso y menos del 2% tiene atrasos superiores.
Estos porcentajes son muy similares a los que se reportaban en agosto del año pasado, cuando el 94% de la cartera estaba al día.
Tal como lo informó EF en otro artículo reciente, la morosidad de Caja de Ande se ha mantenido principalmente por debajo del 2% en los últimos cinco años y no ha presentado pérdidas en el balance de sus operaciones.
Además, su Índice de Suficiencia Patrimonial (ISP) se encuentra en el nivel más alto de normalidad.
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Calificación de riesgo
El pasado mes de agosto, Moody’s afirmó la calificación de AA+.cr a Caja de Ande para largo plazo, tanto en moneda local como extranjera, y para corto plazo el nivel ML A-1.cr tanto en moneda local como extranjera. Asimismo, afirmó la calificación de AAA.cr al Programa A de Emisiones de Bonos Hipotecarios de Amortización Lenta de la entidad.
Según el documento, disponible en el sitio web de Caja de Ande, las calificaciones se fundamentan en el sólido perfil crediticio de la entidad, su adecuada gestión del crédito, controlada razón de morosidad, amplia cobertura para pérdidas esperadas, alta participación de la cartera en categorías de menor riesgo, la estabilidad de sus ingresos, elevadas reservas de liquidez y una fortaleza patrimonial robusta.
“No obstante, intrínseca a su naturaleza, la estrategia de negocio mantiene una baja probabilidad de ser modificada, lo cual reduce las posibilidades de crecimiento crediticio hacia otros sectores económicos. Esto expone al emisor a riesgos de concentración en cartera por tipo de producto y cliente, en relación con otras entidades financieras de la plaza que compiten en los mismos segmentos”, señaló la agencia calificadora.
Moody’s apuntó que la mejora en la calificación de Caja de ANDE se ve restringida por los riesgos intrínsecos que presenta, incluyendo su modelo de negocios enfocado en consumo y dependiente de un nicho de mercado.
También destacó que la entidad se beneficia de una experiencia comprobada y de deducciones de descuento automático por instrucción de ley giradas por el Ministerio de Hacienda, lo que ha asegurado hasta el momento una tasa alta de recuperación de los préstamos que otorga.
La calificadora añadió que Caja de ANDE muestra una limitada flexibilidad para ampliar el margen financiero, dada su función social y de apoyo a sus accionistas.