Un reciente estudio de supervisión efectuado por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) a la Caja de Ahorro y Préstamos de la Asociación Nacional de Educadores (Caja de Ande) determinó que esta entidad cuenta con un gobierno corporativo débil. En una escala de 1 a 4, siendo 1 el mejor nivel, la entidad obtuvo un 4 en este aspecto; es decir, se ubicó en el nivel más bajo.
Esta es una de las principales razones por las que la Sugef asignó a la entidad una calificación de “Irregularidad 1”, como consta en la resolución SGF-2095-2025, del 17 de septiembre de 2025. Se trata de un oficio confidencial que trascendió a los medios este viernes 3 de octubre.
En relación con la calidad del gobierno corporativo, el estudio señaló que los elementos asociados al Órgano de Dirección, Alta Gerencia y Auditoría Interna —en cuanto a responsabilidades, estructura, recursos, metodologías y prácticas— no resultan adecuados para la gestión requerida conforme a la naturaleza, complejidad y perfil de riesgo de la entidad.

“Como consecuencia, el desempeño de dichas funciones evidencia debilidades significativas que requieren atención inmediata”, advierte el documento.
También señala que la entidad incumple recurrentemente la normativa aplicable y se aparta de las mejores prácticas de gobierno corporativo reconocidas en la industria, lo que requiere ser corregido.
Pero, ¿por qué es tan relevante este aspecto de la gobernanza en una entidad financiera como lo es Caja de Ande?
Control y transparencia
El gobierno corporativo es el sistema y la estructura de poder que rigen los mecanismos por medio de los cuales las compañías son dirigidas y controladas. Así lo define el Reglamento sobre Gobierno Corporativo, derivado del Acuerdo 4-16 del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif).
Básicamente, el gobierno corporativo es el que define la manera en que se asigna la autoridad y se toman las decisiones en la organización.
En ese contexto, el buen gobierno corporativo “no solo es un elemento que contribuye a incrementar la productividad del sector, sino un factor determinante para el control de los niveles de riesgo a que se encuentran expuestas las entidades financieras”, añade el reglamento.
Así, en la calidad de un gobierno corporativo es tan importante la idoneidad de las personas que lo conforman, como las buenas prácticas que se siguen dentro de esa estructura de poder.
“Los miembros de una junta directiva deben ser idóneamente seleccionados por su nivel profesional, su conocimiento, su experiencia y su integridad personal. Es importante que sea un equipo heterogéneo, con una diversidad de disciplinas y talentos que aporten distintas perspectivas a la toma de decisiones, y con miembros independientes que no tengan vínculos con la organización para que puedan emitir criterios objetivos”, explica el economista Víctor Chacón, director del Instituto de Gobierno Corporativo.
También destacó la importancia de que exista una adecuada rotación para que la junta se renueve cada cierto tiempo.
En el caso de Caja de Ande, la actual junta directiva fue nombrada en la sesión N°8173 del 01 de octubre de 2024, según se desprende del último Informe de gobierno corporativo publicado por la entidad, el pasado mes de agosto.
De acuerdo con su ley constitutiva, la dirección de entidad está a cargo de una junta directiva integrada por siete miembros propietarios y cuatro suplentes. Estos son representantes de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), la Asociación de Educadores Pensionados (ADEP) y el Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación Costarricense (SEC).
Por disposición de esa ley constitutiva, Caja de ANDE no tiene directores independientes. En la siguiente tabla se resumen los principales atestados de los miembros actuales, según el informe publicado en el sitio web de la entidad.
La actual gerente de la entidad es la MBA. Carmen María Martínez Cubero.
Buenas prácticas
Tal como lo indica el reglamento del Conassif, las buenas prácticas de gobierno corporativo enfatizan en la adecuada administración, la prevención y gestión de conflicto de intereses, la rendición de cuentas, la gestión de riesgos y la asignación de responsabilidades, entre otros aspectos relevantes para el control de las operaciones en cualquier entidad.
“Las buenas prácticas de gobierno corporativo son importantes para equilibrar los poderes y promover la transparencia, de modo que los propietarios mantengan el conocimiento y el poder de decisión en sus propias empresas. Si no hay una adecuada rendición de cuentas, puede ser que la gerencia o la junta directiva tomen decisiones adversas al interés de los propietarios sin que estos lo noten a tiempo”, asegura Chacón.
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Desde su perspectiva, una de las prácticas más importantes es la de brindar información completa y oportuna a la asamblea de accionistas y a las partes interesadas de la entidad, asegurándose de que tengan acceso a los estados financieros y cuenten con un canal de comunicación efectivo para realizar consultas cuando así lo requieran.
Como antecedentes, es importante recordar que en Costa Rica han existido varios casos de entidades que han sido intervenidas tras detectarse una serie de irregularidades, entre las cuales se encontraron debilidades de gobierno corporativo. Tal es el caso de Coopeservidores y de la financiera Desyfin, aunque en ambos se identificaron también problemas financieros y de suficiencia patrimonial que no se evidencian en el caso de Caja de Ande.
Lo que sigue
Los grados de normalidad e irregularidad financiera de una entidad están determinados a partir de la valoración de cinco aspectos: la calidad del gobierno corporativo, la calidad de la gestión de riesgos, la evaluación de la situación económica financiera, la calidad del ambiente de cumplimiento legal y regulatorio, y el nivel y la calidad del capital base de la entidad.
Según la resolución de la Sugef, Caja de Ande obtuvo la calificación más baja (4) en dos de esos cinco aspectos: calidad del gobierno corporativo y calidad del ambiente de cumplimiento legal y regulatorio.
En el caso de calidad del ambiente de cumplimiento, la calificación 4 indica que la función del cumplimiento legal y regulatorio es débil, respecto a las responsabilidades, estructura organizacional, recursos, políticas, procedimientos y supervisión, entre otros.
La evaluación de la situación económica y financiera se calificó en nivel 2 debido a que se identificaron debilidades mínimas en activos, capital, utilidades y liquidez.
El único aspecto en el cual obtuvo una calificación de 1 es en la evaluación del nivel y calidad del capital base, dado que el resultado del Indicador de Suficiencia Patrimonial, la composición del Capital Base y el resultado del Indicador de Apalancamiento, se ubican en los rangos correspondientes a ese nivel de calificación.
La resolución de la Sugef indica que Caja de Ande deberá presentar un plan de acción que cumpla con varios requerimientos establecidos, el cual deberá contar con la aprobación expresa de su Junta Directiva, en un plazo máximo de veinte días hábiles, contados a partir del día hábil siguiente a la notificación de la resolución.
Este 3 de octubre, la entidad evaluada emitió un comunicado titulado “Caja de ANDE reafirma compromiso con transparencia y solidez financiera”.
Aunque no menciona la resolución de la Sugef, la entidad destacó que su liquidez financiera y posición patrimonial “mantienen una fortaleza reconocida y respaldada por una sana administración”.
El Financiero consultó a la entidad si ya remitió a la Sugef el plan de acción solicitado, pero su oficina de prensa remitió al mismo comunicado como su posición oficial.
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