
Imagínese frente a un juego de mesa y analice su pensamiento: “para ganar usted, todos los demás deben perder”.
Probablemente, las reglas incluyan la necesidad de ser receloso con su estrategia y le apremien a tomar acciones cuyo fin sea afectar los planes de los demás.
Este es el marco de pensamiento que combaten Ronen Gafni y Simcha Gluck, creadores del juego y plataforma de capacitación empresarial y personal llamado FreshBiz.

Para Gafni y Gluck, la lógica de los juegos emula el comportamiento humano en otras áreas e, incluso, sirve como entrenamiento para aprender a tomar decisiones en general, y particularmente en los negocios.
Por esto, para ellos, al cambiar las reglas y abordar actividades lúdicas con otro marco de pensamiento, también se ejercitarían nuevas formas de pensar y de establecer relaciones más allá de las actividades de diversión.
Estos emprendedores israelíes visitaron el país en el marco del primer Congreso de Capitalismo Consciente, que se celebró el 25 de agosto, y capacitaron a varias empresas utilizando su herramienta.

El objetivo es despertar el ser de un “nuevo emprendedor”, quien en su negocio o en su empresa juega con las nuevas reglas de colaborar, compartir las oportunidades y llevar a todos los jugadores al objetivo.
EF entrevistó a los creadores y participó en una de las capacitaciones brindada por ellos en el país y por su representante local, la consultora Metta, empresas con propósito. La capacitadora nacional fue Carolina Leñero.
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Contra el miedo
Los creadores de FreshBiz parten de dos razonamientos:
1. Todas las organizaciones y procesos creados por la humanidad están diseñados en forma de juego, es decir, alguien los creó, tienen reglas y todos tienen claro cómo es “ganar” en cada caso. Aplíquelo al estudio, al trabajo y a los negocios.
2. La lógica de todos estos juegos está basada en el miedo a perder y esto impulsa una conducta individualista, cautelosa y muchas veces mezquina.
Estos dos puntos dan como resultado la que tradicionalmente ha sido considerada como “forma correcta” de hacer las cosas. Empero, el juego propone una opción distinta, donde ganar sea un verbo colectivo, y no se necesite que el otro pierda para lograrlo.
Los recursos y las reglas invitan a tomar riesgos, representados entre otros por las acciones de la bolsa y el casino.
“No les estamos recomendando que se vayan a Las Vegas”, bromeó Gluck durante la profundización sobre la experiencia. El casino representa la capacidad para identificar oportunidades, probar suerte.
Incluso, después de la presentación de intenciones y de entender el cambio propuesto por los autores, la primera parte del juego se desarrolla con cautela y poca colaboración.
Es parte de la experiencia de aprendizaje. Conforme avanza la dinámica, los facilitadores (Gafni, Gluck y Leñero) comparten reflexiones para recordar las particularidades del juego.
Una fue: “Recuerden que los préstamos que hagan al banco no se los vamos a cobrar en la salida”. Hasta ese momento, después de invertir el capital inicial en instalar negocios para obtener ganancias, la mayoría de jugadores no contaba con fondos suficientes para pasar al siguiente cuadrante, y ninguno había recurrido al apalancamiento.
Esta primera invitación a correr riesgos comenzó el cambio en el sistema de juego.
Otras motivaciones similares fueron el recordatorio de las tarjetas de acción (que en la vida real consisten en ver el panorama completo: no solo lo que poseo sino a qué tengo acceso) y la aclaración de que para ganar hay que cumplir el objetivo en el tiempo determinado, a saber, ¡todos los jugadores pueden ganar!
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Espacio de colaboración
Para colaborar, todos los recursos del equipo deben estar a disposición del bien común. Si alguien tiene una tarjeta de acción o una oportunidad que ayuda a otro, el otro debe retribuir esa colaboración, y también se puede identificar proactivamente la oportunidad que el jugador tiene a mano y puede favorecer al compañero.
Esta línea de pensamiento es la que hace coincidir el juego y la capacitación emprendedora con el capitalismo consciente.
Así lo interpretó también Federico Guardia, senior manager de EY, una de las empresas participantes en las capacitaciones.
“Nuestro pensamiento está condicionado a que para que uno gane, otros deben perder. La liga del juego con el capitalismo consciente es que en ambos casos se promueve la colaboración, el trabajo en equipo, con el fin de que todos ganen”, explicó.
Algo similar experimentó Pablo Arrieta, partner de EY.
“Disfruté mucho de ganar con todos los miembros de mi equipo, el nivel de energía y la fuerza de un grupo de mentes alineadas en cómo obtener el mayor beneficio mutuo me pareció poderoso y revelador”, afirmó.
Los líderes de FreshBiz aseguran que la experiencia es también física: al jugar con reglas y líneas de pensamiento diferentes de las acostumbradas, se establecen nuevas conexiones en el cerebro, aumentan las opciones para enfrentar otros escenarios en el futuro.
Esta posición está respaldada por la teoría.
Guillermo Edelberg, profesor emérito de Incae Business School, afirmó, en un artículo publicado en EF, que las ciencias apoyan la utilidad de los juegos en el desarrollo de nuevas habilidades.
“Los especialistas en sicología y pedagogía señalan que (las herramientas lúdicas) constituyen una herramienta esencial para desarrollar las distintas áreas de una persona. Esto destaca la importancia de seleccionar y poner en práctica juegos adecuados al área que se desea instruir o desarrollar”, afirmó Edelberg.
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La herramienta de FreshBiz ha sido utilizada ya por más de 50.000 personas en 20 países. Costa Rica es el número 21.
La plataforma de capacitación incluye el juego, la profundización de los facilitadores y el libro The New Entrepreneurz.
Así se juega
Jugadores: cada participante elige un avatar representado por un color y obtiene cinco tarjetas de acción, con oportunidades de negocio. Las tarjetas se pueden usar en cualquier turno, una tarjeta cada participante y luego debe descartarla.
El tablero: La zona de juego consiste en cuatro cuadrantes con casillas de acatamiento obligatorio (rojas) y opcional (las verdes). Se avanza lanzando los dados. Para pasar de un cuadrante a otro se debe pagar al banco una cuota de entrada. La mayor es la que corresponde al cuadrante final.
Objetivo: Llegar al cuarto cuadrante y caer en la casilla con el trofeo de ganador, en 90 minutos o menos.
Las opciones: En cada turno se puede establecer un negocio en las casillas que lo permiten (todas menos las de paso al siguiente cuadrante). Dentro del tablero hay casillas con castigos y recompensas. Se da la oportunidad de comprar acciones de la bolsa de valores, jugar en el casino, cambiar el ambiente general de negocios (que afecta, por ejemplo, cuánto ganan los negocios establecidos o cuánto cuestan las acciones). El banco permite la solicitud de préstamos sin límites. Regla fundamental: Todo lo que no está prohibido en el manual de juego, está permitido.
Las variaciones: De acuerdo con la creatividad de cada participante. Esta es la particularidad que reta el sistema de pensamiento tradicional.
Duración: El taller básico es de tres horas. A partir de ahí existen variaciones para cada necesidad. En tiempo corrido, la oferta más larga es de cuatro días, alternando jornadas de juego con reflexión, profundización y otros ejercicios. También han asesorado compañías que piden sesiones independientes, por ejemplo, a lo largo de varias semanas o meses y que en cada una se haga énfasis en un tema (colaboración, gestión del cambio, innovación, trabajo en equipo...).
Fuente Capacitación con FreshBiz.