Pero si la totalidad de esos recursos se devolviera, y no fueran manejados con la debida prudencia, podríamos estar condenando a una vejez de miseria a una parte de nuestros conciudadanos.
En vez de debilitar al ROP y mantener el moribundo esquema de reparto del IVM, deberíamos convertir al segundo en un régimen de capitalización individual como el primero.
Nunca se es demasiado viejo para comenzar un nuevo negocio y llevarlo bien (siempre que la salud te lo permita, por supuesto), y las estadísticas están de mi lado.