Bajo una perspectiva de negociación, la respuesta podría enriquecerse más: ninguno se mantendrá en el tiempo, si no hay una búsqueda genuina de intereses compartidos, y de una actitud transparente. Pensemos como ejemplo en una negociación sindical. Si la autoridad pretende imponerse, tendrá que lograrlo avasallando; si se tolera el diálogo interminable, nunca se llegará a acuerdos beneficiosos para las partes.