Después de décadas sacando provecho de las energías fósiles, Arabia Saudita, Omán y Emiratos Árabes Unidos fijan su atención en el hidrógeno verde para diversificar sus economías y luchar contra el cambio climático.

El hidrógeno verde está en el punto de mira de los gobiernos para recortar las emisiones de carbono y para preservar los suministros de energía afectados por la invasión de Ucrania por Rusia, pero requiere una alta inversión.

El nuevo jerarca quiere concentrar sus esfuerzos en garantizar el suministro de energía al país y deja a los diputados la responsabilidad de decidir sobre el ingreso de Recope a otros negocios.